Todo el mundo esperaba el día clave, el día en el que Zapatero hablase, saliese y comunicara el momento exacto en el que los españoles estarían llamados a las urnas. Adelantó las elecciones y escogió el 20 de noviembre, la misma fecha de la muerte del dictador Francisco Franco. Lejos de ser un momento democrático, para algunos ese día supondría el momento de la venganza: el único deseo era ver pasar el cadáver del presidente. Los recortes de mayo de 2010, la derrota socialista en las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo de 2011 y una dudosa reforma de la Constitución tras un agosto negro para la economía española, hicieron que los españoles sellaran su veredicto para las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011. La derrota del PSOE era inevitable.
Un candidato en medio de un partido político hundido, la estrategia de una campaña que no paraba de zarandearse y un futuro que no parecía vislumbrarse nunca. Ángela Paloma Martín recompone en este libro las piezas de un rompecabezas inconcluso, la campaña electoral más difícil de la historia socialista vista desde el pedestal de la comunicación política, y los motivos que empujaron al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a convertirse en el candidato del PSOE para afrontar la peor carrera de su historia.