La producción y el consumo de alimentos orgánicos se consideran, con frecuencia, un problema del mundo postindustrial o una típica preocupación de individuos con altos ingresos, interesados menos en la justicia social o en el medio ambiente que en el cuidado de su cuerpo mediante el consumo conspicuo de "productos sanos".
Este libro muestra que, por el contrario, la agroecología y el acceso a alimentos cultivados por métodos orgánicos—sin fertilizantes, herbicidas ni pesticidas químicos— van mucho más allá de la preservación hedonista de la salud y de los procesos de "gentrificación".
Los autores que escriben en este volumen proveen argumentos y evidencia para repensar la agroecología como un medio de producción comprometido con la soberanía alimentaria, con el derecho a la alimentación y a un medio ambiente sano, pero sobre todo con el proyecto emancipador de las culturas campesinas, avasalladas por el avance hegemónico de la agroindustria global.