Mánager, productor, empresario, representante, hombre detrás de escena: el presente de la industria del entretenimiento en la Argentina y en el resto de Iberoamérica no sería el mismo si en las últimas cinco décadas Daniel Grinbank se hubiera quedado quieto. Desde los tempranos 70 de la mano de un balbuceante rock nacional, hasta una actualidad que lo encuentra con propuestas de avanzada, supo imprimir un sello personal en cada uno de sus proyectos.
Admirado, también controvertido, es mucho más que el hombre que marcó un antes y un después en la radiofonía local con el desembarco de la Rock & Pop en los años 80 y que llenó estadios –y ciudades– con shows de artistas internacionales y espectáculos de primer nivel. Es alguien que lleva adelante una trayectoria comprometida con una "idea" del arte que le valió más de una interna en una industria que no perdona. Una forma de trabajar que sostuvo contra viento y marea cuando se atrevió también con la televisión, el teatro, los musicales, el ZOO de Buenos Aires y hasta con el fútbol.
Entre anécdotas y recuerdos, entre confesiones y el más crudo relato cotidiano, Te amo, te odio, dame más es una biografía que puede leerse a la vez como un manual de vuelo en donde lo bueno y lo malo, los éxitos más rotundos y los fracasos más estrepitosos de un empresario son expuestos sin medias tintas. Un libro valiente que, lejos de una épica personal, elige jugarse por las luces y sombras de alguien que las hizo todas.