¿Es posible combatir y vencer la pobreza con métodos ortodoxos? ¿Deberíamos buscar nuevas soluciones, como la de separar el derecho al sustento de la venta del trabajo en el mercado laboral y ampliar todo el concepto de trabajo tal como la sociedad lo ha entendido hasta ahora?
Una cosa es ser pobre en una comunidad de productores con empleos para todos, y otra muy diferente es serlo en una sociedad de consumidores cuyos proyectos de vida se construyen en torno a la elección de lo que se consume y no alrededor del trabajo, la capacidad profesional o la disponibilidad de empleos. Si en otras épocas ser pobre significaba estar sin trabajo, hoy este calificativo se refiere, sobre todo, a los apuros de unos consumidores expulsados del mercado. Esta diferencia cambia la situación radicalmente y afecta tanto la experiencia misma de la pobreza como las oportunidades y perspectivas de resolver sus penurias.
Bauman reconstruye en esta obra el cambio de la condición de la pobreza desde la revolución industrial y su "ética del trabajo" hasta la sociedad del consumo y su "estética", y muestra en la situación actual todas las consecuencias de esta evolución. Además, analiza hasta qué punto son adecuados o no los viejos métodos para detener la pobreza creciente y mitigar sus penurias. En una reflexión final, Bauman considera el futuro de los pobres y plantea la posibilidad de dar un nuevo significado a la ética del trabajo, más conforme a la condición actual de las sociedades desarrolladas.