Nunca sabremos las cosas que el destino guarda para nosotros. Carolina Duque Urrea, una niña que despertaba a la adolescencia, lo tenía todo: bienestar económico, estatus social, familia, amigos, un futuro claro. Hasta que un insignificante accidente en bicicleta le arrebató sus sueños: un trauma cerebral la dejó en estado de coma durante varios meses, pero al mismo tiempo despertó una fuerza interior que ni ella ni su familia conocían. El conmovedor e impactante testimonio de la batalla que emprendió para su recuperación, la lucha incansable para recuperar su autonomía y la postura humanista con la que ahora ayuda a las personas que han pasado por situaciones similares, todo ello, en sus propias palabras, está plasmado en esta segunda oportunidad que la vida le ofreció y que ella aceptó con una fuerza de voluntad inquebrantable.