Historias de hoy

Saga • 5 libros

Citas desastrosas con hombres imposibles, exmaridos que no salen del todo y un psicólogo empeñado en curarle su adicción al ideal romántico… Las divertidas hazañas diarias de una mujer que a los cincuenta sigue creyendo en que lo mejor está por vivir.

«Nunca me hubiera imaginado que al llegar a los cincuenta no luciría collar de perlas ni bolso de Yves Saint Laurent ni traje chaqueta entallado beige, y mucho menos que el vértigo no me lo proporcionarían unos altísimos tacones, sino mi propia vida.

Tampoco se me hubiera ocurrido jamás que acabaría hablando sobre mi soledad con psicólogos, perras, putas, taxistas o madres pianistas.

Ni que por culpa de la maldita nostalgia acabaría numerando a los hombres —especialmente a los maridos— por orden de aparición.

Juro que nunca tuve la más mínima sospecha de que a estas alturas de la vida lo que más acabaría echando de menos sería hacerme pequeña en un abrazo sincero y que andaría por el dolor con unos pies como prestados.

Tampoco podía saber que todo puede cambiar a la vuelta de la esquina y en cinco minutos.

Siempre creí que me acabaría convirtiendo en una señora con un carácter estable y muchas ideas fijas. De las que sacan brillo a los muebles de su cabeza mientras acuden cada semana a la pelu de autor.

Muy al contrario, sigo llevando el pelo largo, ensortijado, y un alma rebelde que me recorre por dentro y tiñe de colores inquietos todos mis días.

Porque mis días todavía huelen a nuevo cada mañana.

Y las ganas… pues también.»