Una niñera inglesa ahogada, una gran casa y un laberinto que esconde más secretos de lo que parece. Un nuevo reto para el inspector Requesens.
El 19 de julio de 1909, Elsie Thornton, la niñera de los señores Desvalls, aparece muerta flotando en las aguas del lavadero mayor el día siguiente a la recepción que se celebró en el parque del Laberinto de Horta, en la finca familiar. Al tratarse de una ciudadana británica, Ossorio, el gobernador, ordena a Ignasi Requesens que sea él, junto a su inseparable Cristóbal, quien se encargue de la investigación.
Lo que en apariencia no era más que un desgraciado accidente, se complica al descubrir, tras la autopsia, que Elsie estaba embarazada, pues nadie le conocía relación alguna y, además, hay otro dato: alguien le suministró láudano justo antes de su muerte.
En esa Barcelona convulsa previa a la Semana Trágica, nada es lo que parece, tampoco la inocencia de Elsie es tal.