Una historia conmovedora acerca de la bondad y el perdón desde la perspectiva de un sobreviviente del Holocausto.
Esta es la historia del salto de fe de Izio, un niño polaco de trece años que se convierte a la religión de sus ancestros y se hace hombre. Sin embargo, este hecho ritual no será lo único que moldeará su carácter. Un terrible evento mundial transformará su vida de manera devastadora: la invasión de Polonia por parte de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. AsÃ, lo que en un principio parecÃa solo una ocupación militar, pronto se convierte en un atroz modelo de tortura que persigue una sola finalidad: exterminar a los judÃos de la faz de la Tierra. Sin conocer el destino que les espera, Izio y su familia, asà como miles de polacos iguales a ellos —vecinos del pueblo, comerciantes, su mejor amigo Marek—, son separados, llevados a guetos y obligados a trabajar como esclavos como preludio de algo mucho más terrible: ser enviados a los campos de concentración donde solo los espera la muerte. Izio, tras perder el rastro de sus padres, aprenderá a valerse por sà mismo, a escapar dÃa a dÃa del destino adverso que la vida le impone. Ese espÃritu de supervivencia y la esperanza de que un dÃa volverÃa a ver a los suyos, lo mantuvo con vida y lo impulsó a dar un segundo y definitivo salto desde un tren que lo llevaba a él y a cientos de polacos al campo de exterminio de Treblinka. Solo asÃ, nuestro protagonista mantuvo la esperanza de reunirse con su familia cuando el infierno terminara. Más de setenta años después, su historia es rescatada por Alessa Esparza, su nieta, en un libro que no solo muestra los horrores de la guerra, sino, sobre todo, el valor de un niño que tuvo que volverse hombre para sobrevivir e inventarse una nueva vida llena de luz y de esperanza en un futuro en el que nadie vuelva ser separado de aquellos a quienes ama.