La temporada perlera de TuamotĂș habĂa terminado y todos los que habĂan trabajado en ella regresaban a TahitĂ. Los seis pasajeros que disponĂamos de camarote Ă©ramos compradores de perlas. HabĂa entre nosotros dos americanos, un chino (el mĂĄs blanco que he visto en mi vida) que se llamaba Ah Choon, un alemĂĄn y un judĂo polaco. Yo completaba la media docena.La temporada fue tan prĂłspera, que ni nosotros ni los ochenta y cinco pasajeros de cubierta tenĂamos motivos para quejarnos. Las cosas nos habĂan ido bien y todos estĂĄbamos deseando llegar a Papeete para descansar y divertirnos.
Uno de los novelistas Americanos mĂĄs conocidos, Jack London era tambiĂ©n un periodista y activista social. Sus trabajos son relatos que romantizan las fuerzas de la naturaleza y la lucha de sus personajes por sobrevivir. A los veintiĂșn años viajĂł a Alaska durante la fiebre de oro, donde obtuvo los conocimientos que lo llevarĂan a escribir tĂtulos como "El Llamado del Instinto", "La Odisea del Norte", y "Encender una Hoguera". Gracias a esto, London fue uno de los primeros autores en lograr reconocimiento mundial y conseguir una fortuna de sus cuentos.