En este libro Osho realiza una magistral inmersión en uno de los poemas místicos más queridos de la India, la Japuji de Guru Nanak; un breve texto que ha sido comparado con el Sermón de la Montaña del Nuevo Testamento, la Bhagavad Gita o la poesía de San Juan de la Cruz.
Siguiendo a Nanak, el fundador del sikhismo, Osho afirma que todos los nombres que remiten a lo divino (Dios, Allah, Ram, Krishna, etcétera) son meros inventos humanos. El único y verdadero nombre no humano es el sonido del "Om", que es el mantra con el que comienza y reverbera el libro sagrado de los sikhs.
Las enseñanzas de Osho siempre desafían toda clasificación y abarcan infinidad de aspectos de la senda espiritual. El aclamado maestro espiritual subraya aquí el valor de la genuina devoción y la paz interior.