De hoy en adelante, eres mĂa.
Algo palpitĂł dentro de Merewyn en cuanto vio al guerrero que se erguĂa en el barco vikingo. DeberĂa temerlo por mil motivos, deberĂa alejarse corriendo, pero, aun asĂ, no pudo evitar que la atrajera.
Eirik jamás se habĂa llevado una cautiva, pero Merewyn le despertaba un anhelo que alteraba esa oscuridad que llevaba dentro. Se la llevĂł a su tierra como su esclava y acabaron rindiĂ©ndose a la pasiĂłn. Además, mientras se difuminaban los lĂmites entre cautiva y captor, Eirik se dio cuenta de que habĂan entrado en un territorio peligroso...