Esta casa, que Emaús llama de "Los días mejores", es el producto del encuentro entre dos hombres que encarnan cada uno un proyecto: el Abbé Pierre un proyecto social, Jean Prouvé un proyecto de industrialización de la arquitectura. Estos proyectos serán sus mismas vidas. No se extinguirá la dinámica que ambos imprimen a las acciones en los medios que les son propios. Sus nombres, sus proyectos y sus luchas siguen aún hoy, desgraciadamente, sin encontrar una respuesta pertinente, para reducir la miseria y para producir viviendas en número suficiente, de buena calidad y accesibles económicamente. De este proyecto de referencia en materia de vivienda social unifamiliar y de su prototipo construido en 1956 en un muelle del Sena, en París, Le Corbusier dijo de él: "Jean Prouvé ha construido sobre el muelle Alexandre III, la más bella casa que yo conozca, el medio más perfecto de habitar, la más brillante cosa construida. Y todo ello es verdadero, construido, realizado, conclusión de una vida de investigación. Y es el Abbé Pierre quien la ha encargado". Cada uno de los elementos que componen la casa, sus características, el lugar que ocupan en el proyecto, forma parte de este proyecto que podríamos llamar una lección de arquitectura.