"Lo más asombroso de Las Segundas Criaturas es cómo la vasta imaginación de Diego Cornejo-Menacho libera casi cualquier dispositivo narrativo para obtener versiones arriesgadas de lo que puede hacer una novela. La inspirada idea de Cornejo-Menacho es escribir una biografía parcial, apócrifa y desvergonzada del ya ficcional “Marcelo Chiriboga”, aquel ignorado escritor ecuatoriano perteneciente al Boom, que aparecía, a la manera del Zelig de Woody Allen, en las novelas y la no ficción de los escritores reales de entonces, José Donoso y Carlos Fuentes". Wilfrido H. Corral, World Literature Today.