Esta obra se centra en el proceso de recuperación de las personas adictas, desde el enfoque Gestalt, a través del modelo de automodulación. Describe la adicción buscando las raíces de la recuperación, más allá de la sobriedad. Esta apuesta es una alternativa a los modelos tradicionales que solo se enfocan en el dejar de consumir. Michael Craig Clemmens, desde su experiencia personal y profesional, identifica a la persona adicta como un cliente que necesita trabajar sus conflictos particulares, no los "problemas de los adictos". El autor sostiene que la labor del terapeuta consiste en explorar el poder de atracción que ejerce la intoxicación en el cliente, a través del darse cuenta; no como un asunto de conducta incorrecta vs correcta, sino como un patrón que tuvo cierta funcionalidad para el adicto. Clemmens también resalta la importancia de generar en terapia un campo relacional desde una perspectiva compasiva y práctica: compasiva, al valorar la experiencia del adicto, su historia familiar y su dolor, a menudo negado; práctica, al enfocarse en el impacto que tiene el consumo de drogas en la persona, y en los demás, es decir, lo que sucede.