"Hubo una época en la que los afectos primaban por sobre los argumentos. El yo era la medida de todas las cosas, pero el trauma y sus compromisos parciales con causas potables lo redimían. Esa época es ahora.
Este libro ofrece otra manera de mirarla, de pensarla y de valorar a una serie de autores de la literatura argentina (de Samantha Schweblin a Selva Almada, de Ariana Harwicz a Federico Falco o Francisco Bitar) sobre la base de hipótesis vitales y a la búsqueda del punto justo donde la estética deviene ética y tiene consecuencias en la politicidad del lenguaje.
Cuando los lectores añoramos el pathos del siglo XX pero nos comportamos como ninfas del siglo XXI, Maximiliano Crespi nos devuelve el placer del pensamiento crítico" (Hernán Vanoli).