"Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas" nos transporta a un mundo lleno de imaginación y paradojas. La historia comienza cuando Alicia, una niña curiosa, sigue a un conejo blanco que lleva un reloj y entra en una madriguera misteriosa. Allí se encuentra con un universo extraño donde las reglas de la lógica se desvanecen. Alicia bebe pociones que la hacen cambiar de tamaño, atraviesa puertas imposibles y se topa con criaturas inolvidables como la extravagante Oruga azul, el enigmático Gato de Cheshire y la impredecible Reina de Corazones, que grita sin cesar "¡Que le corten la cabeza!". La narración fluye como un sueño, donde los diálogos absurdos y los juegos de palabras envuelven a la protagonista en una aventura tan desconcertante como fascinante. Alicia debe usar su ingenio y valentía para orientarse en un lugar que se transforma a cada instante, lleno de desafíos que ponen a prueba su lógica infantil y su sentido de justicia.

En "A través del espejo y lo que Alicia encontró allí", la protagonista cruza a un mundo nuevo a través de un espejo en su casa. Esta vez, el universo tiene la estructura de un gigantesco tablero de ajedrez en el que Alicia, convertida en peón, debe avanzar hasta convertirse en reina. El viaje la lleva a conocer personajes aún más extravagantes: los inseparables y cómicos gemelos Tweedledee y Tweedledum, la Reina Roja y la Reina Blanca con sus consejos contradictorios, y el excéntrico Caballero Blanco que la ayuda en su camino. Todo el mundo del espejo parece una mezcla de lógica retorcida y poesía viviente, donde las palabras cobran vida y los objetos más simples pueden volverse mágicos. Entre acertijos, discusiones filosóficas y situaciones divertidas, Alicia se enfrenta a retos que no solo ponen a prueba su inteligencia, sino también su imaginación. Esta segunda aventura amplía la riqueza fantástica del universo creado, haciendo del viaje un enigma constante, tan sorprendente como el primero.