En las sociedades primitivas, las primeras normas se referían al uso de bienes y territorios, a la vida y a la integridad física. A medida que las sociedades se vuelven más complejas, surgen normas que rigen a toda la comunidad, su vida y sus relaciones. Nace así el primer embrión del derecho, y el deseo de que "el derecho a la fuerza" sea sustituido por "la fuerza del derecho".
El autor identifica cinco fases en la historia de los derechos de la persona: la teorización, codificación, internacionalización, universalización y globalización. El trasfondo individualista, en el que nace la teoría de los derechos subjetivos, justifica la posición inicial de la Iglesia católica.