Después de sufrir un porrazo intentando lucirse con una nueva y arriesgada pirueta en su skate, Pipe termina con el brazo enyesado, sin poder practicar su deporte favorito durante lo que le parece una eternidad, y para peor, sin nuevos videos para compartir con sus seguidores en redes sociales. Aburrido y frustrado por no poder mantener su popularidad, Pipe deberá encontrar nuevas formas de canalizar su energía y explorar su creatividad, aprendiendo a adaptarse a su nueva situación y descubriendo a través de nuevos pasatiempos, que tiene más talentos que compartir y otras maneras de divertirse una vez que las pantallas se apagan.