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Ilustración, progreso, modernidad

E-kirja


El nombre de Reinhart Koselleck ha pasado a la posteridad por ser, junto a Werner Conze y Otto Brunner, el editor del portentoso diccionario "Conceptos históricos fundamentales. Léxico histórico del lenguaje político-social en Alemania", del que se han extraído las tres voces que se reúnen en el presente volumen. Koselleck fue el principal proveedor de las directrices programáticas de esa cartografía conceptual de la modernidad, a la par trabajo teórico y de campo, historia conceptual uncida a una teoría de los tiempos históricos. En el lapso temporal cubierto por dicho programa, de 1750 a 1850, se forja y adquiere pregnancia la tríada conceptual aquí propuesta: lustración, progreso, modernidad.

A la primicia conceptual y terminológica de la Ilustración le es inherente una conciencia de ruptura que llega a su apoteosis con la Revolución francesa y anuncia la mudanza del mismo concepto de revolución, que de significar previamente un movimiento cíclico y recurrente pasa a mentar un acontecimiento único e irrepetible y a inaugurar un futuro ignoto. Aquí se inCuba la modernidad entendida como un tiempo nuevo, el de la aceleración, que, para autoafirmarse, se ve constreñido a desgajar de sí lo que lo refuta, esto es, lo antiguo, recurriendo a la estrategia de emanciparse compulsivamente de la tradición. El progreso, etimológicamente "paso hacia delante", es decantación hacia el futuro. El siglo de las Luces, el ingreso en la época moderna, la era del progreso, constituye así uno de los episodios álgidos del "futurocentrismo".