"¿Deprimida? ¿Tú? Eso es imposible, con lo vital y fuerte que tú eres".
SÃ, yo. Un dÃa tras otro, un dÃa y otro dÃa, semanas y semanas que se convirtieron en meses y meses. Un dÃa y otro dÃa inmersa en una depresión que me arrasó. DÃas iguales en los que vivà bajo una intensa luz blanca que me dolÃa. Un sufrimiento que se convirtió en mi único lugar seguro. Era mi dolor y llegó un momento en el que lo único que deseaba era hacerme pequeña, que la depresión me engullera por completo y desaparecer porque ya no recordaba quién era. Ni siquiera podÃa querer a mis hijas.
He escrito sobre aquellos dÃas, Los dÃas iguales, para ordenar todo aquel dolor y porque, como dice Joan Didion, "recordar qué se siente al ser yo, ésa es siempre la cuestión".