Servir como enfermera en África parece en sí mismo una aventura. Pero, como si la distancia del hogar y las incomodidades propias de un entorno precario no fueran suficientes desafíos, Victoria se enfrentó a una privación aún más difícil: la de la propia libertad. Durante su tiempo como rehén en medio de la guerra angoleña, esta misionera padeció no solo necesidades físicas que empujaron sus límites más allá de lo imaginable, sino también la incertidumbre de no saber qué pasaría con su vida y la de sus compañeros de misión, también secuestrados. A lo largo de incontables kilómetros, entre selvas, montañas y arroyos, y mientras luchaba por sobrevivir bajo un sol abrasador en el día o un frío penetrante en las noches, Victoria aprendió valiosas lecciones de carácter, empatía y supervivencia. También palpó de una manera singular el carácter del Dios a quien, desde pequeña, soñaba servir. "Secuestrados a medianoche" no es solo un manual de advertencias y lecciones para una experiencia misionera extrema. También es un relato en el que las aventuras se mezclan con reflexiones que surgen desde convicciones y necesidades profundas. Y el suspenso, muchas veces, es la luz que alumbra a un Ser superior: uno que, aun en formas misteriosas, cuida los pasos de cada uno de sus hijos.