Es difícil describir lo que se siente en la muerte de un ser querido. Se producen sentimientos encontrados. Por un lado, dolor, pero también puede haber paz, tristeza y también dulzura. Ausencia y a la vez presencia. Desgarro y en paralelo continuidad. Lejanía y al mismo tiempo apoyo constante.
Este es un libro que narra la historia de una familia que recibe a su tercer hijo, quien muere a las pocas horas de nacer. Al narrar lo que ocurre, los personajes van despejando incertidumbres y miedos, y van reconociendo muchas emociones: impotencia, rabia, tristeza, paz.
El lector logra acompañar a los niños en sus preguntas y reacciones, y esa identificación va ayudando a que puedan expresar sus sentimientos de la mejor manera posible.
El libro busca dar esperanza en la Vida Eterna, esa Vida que será estar permanentemente en presencia de Dios y nuestra Santísima Madre y donde lograremos encontrarnos con aquellos seres queridos que tanto quisimos en la tierra.
La autora nos anima a abordar éste tema de frente, con valentía, cariño y esperanza.