Víctor y compañía

Kirjasarjat • 15 kirjaa

A la salida del colegio Víctor y sus amigos Patricia, Lucas y Matías admiran el escaparate de la nueva tienda del barrio.

Admirar es la palabra correcta, porque saben que lo único que pueden hacer es mirar desde afuera del cristal, con impotencia y frustración. No pueden comprarse nada pese a que cada uno de ellos jura que en su casa "realmente lo han intentado todo".

Víctor está especialmente contrariado, no entiende cómo puede ser que su padre, que trabaja en una Caja de Ahorros, no le dé credibilidad a su plan de negocios: un plan buenísimo, y además plenamente comercial.

Al mismo tiempo, la vida del barrio está revolucionada con todo el lío de las elecciones y Víctor no deja de tropezar con un candidato, y de salir en los periódicos.

Este audiolibro está narrado en castellano.

"Los mayores están locos, locos, locos".

Es lo que piensa Víctor porque por mucho que se esfuerza y trata de ayudar a todos los que le rodean, parece que las cosas nunca le salen como él las planea.

En su casa ve a sus padres siempre preocupados por sus travesuras, a sus hermanos Georgina y Quique obsesionados con los chicos (la una) y con las chicas (el otro), quejándose y echándole la culpa de todas sus desgracias, a sus vecinos que se apartan cuando le ven bajar las escaleras...

Pues eso: "los mayores están locos, locos, locos".

Jordi Sierra i Fabra nació en Barcelona el 26 de julio de 1947.

Es conocido por su obra como escritor de literatura infantil y juvenil y su trabajo como periodista musical. Su vocación de escritor es clara y firme desde muy temprano: confiesa que dio sus primeros pasos con tan sólo ocho años de edad y a los doce años ya escribió su primera novela larga, de quinientas páginas.

Pese a su clara vocación no contaba con la aprobación o el entusiasmo de sus padres, quienes al acabar el bachillerato le obligaron a trabajar en una empresa de construcción durante el día y a estudiar para ser aparejador durante la noche.

De su infancia ha dicho que "fui tres veces reprimido: por mi padre, por el régimen y por la escuela franquista".

Aún así, su determinación y su tenacidad son más fuertes que cualquier obstáculo y sus insistentes cartas semanales a la cadena de radio Cadena Ser le llevaron a convertirse en uno de los fundadores de la revista "El Gran Musical" en 1968.

En 1970 pudo abandonar los estudios para convertirse en comentarista musical, lo que le permitió viajar por todo el mundo con grupos y artistas del momento mientras cubría sus actuaciones y escribir reportajes.