Apenas lo que somos es mĂĄs que un gran conjunto de relatos. Constituye un paseo por el laberinto de los espejos, que se multiplican como en un caleidoscopio para proyectar reflejos de variadas formas y colores en una metĂĄfora acerca de la complejidad de la condiciĂłn humana. Estas imĂĄgenes provocarĂĄn en el lector momentos de diversiĂłn, tristeza, silencios cargados de empatĂa, y a buen seguro una reflexiĂłn sobre lo que somos y aquello en lo que podemos convertirnos.
Son relatos que escarban en los cimientos mĂĄs esenciales del alma humana, que escudriñan los escondrijos mĂĄs oscuros del ser humano, pero de un ser que tambiĂ©n sabe reĂrse de sĂ mismo, una forma de sabidurĂa que solo alcanza el buen escritor y el buen observador de la naturaleza humana.