"Los cuentos de Aquello era el cielo crean con lazos sutiles un solo mundo de belleza áspera y extraordinaria al borde de lo rural, en pueblos que persisten bajo la 'luz cruel' de la provincia.
Una abuela tragicómica convertida en profeta de la pampa, una niña criada entre prostitutas en un paisaje de camiones y rotondas, un pozo que debe alimentarse cada tanto en un patio. La escritura de Viviana Bernadó tiene la fuerza natural y prodigiosa de una corriente que lleva en sí materiales diversos y, entre sedimentos antiguos, el brillo solapado e intermitente de lo nuevo" (Guillermo Martínez).