El 24 de julio de 1912, Friderike von Winternitz visitĂł Viena y pasĂł la velada en la fonda Riedhof, un local frecuentado por funcionarios, oficiales, mĂ©dicos y escritores, en el que vio a Stefan Zweig. Al dĂa siguiente, Friderike le escribiĂł una carta anĂłnima con la que comenzaba no sĂłlo su relaciĂłn amorosa, sino una correspondencia que se prolongĂł durante veinte años, hasta el suicidio del escritor en plena Segunda Guerra Mundial. Estas cartas son un extraordinario testimonio del profundo vĂnculo que uniĂł al escritor y a su primera esposa durante su vida en comĂșn y tras el divorcio, y un conmovedor documento de las vidas truncadas en la Europa devastada por la barbarie nazi.
«Estas cartas suponen el eco escrito de un intelecto dual, sufrido a la vez que sufriente, apasionado al tiempo que destructivo. Correspondencia ilumina la obra del creador de El mundo de ayer y la de su exesposa. Se celebra, en definitiva, la magia de la literatura».
JosĂ© de MarĂa Romero Barea, «Quimera»
«Representa un vivo fresco intrahistĂłrico de aquel perĂodo».
Ăngeles LĂłpez, «La RazĂłn»
«Un libro apasionante que es también un fiel reflejo de las vidas rotas por el Holocausto nazi».
«La Voz de Galicia»
«Esta publicaciĂłn nos ha permitido asomarnos a la intimidad y el dĂa a dĂa de uno de los mĂĄs grandes escritores del siglo XX».
Guillermo Ortiz, «Jot Down»