La noche en la que el Inframundo invade Oniria, el líder de los Oníricos es asesinado por Tánatos. Al día siguiente Melody Calloway se convierte en la última portadora de la Voluntad de Morfeo. Aunque ser la portadora no es suficiente, está determinada a cumplir con su deber, inclusive si debe plantar cara a los Jueces del Inframundo.
En Reveur, una ciudad que no descansa como debería, su vida corre peligro mortal noche tras noche al intentar con desesperación apaciguar las pesadillas que atormentan a los soñadores en la versión paralela de la ciudad a la cual accede a través de los Espejos: Oniria.
Junto a los Oníricos, protectores del sueño, deberán traer a Hipnos de vuelta a la vida recuperando las cuatro Llamas de Alma. Aunque su misión es efectiva, Reveur y Oniria parecen estar mezclándose en una sola tierra otra vez.
Hipnos y Tánatos quieren a su madre de regreso. El advenimiento de Noche es inevitable y al amanecer del siguiente día todo será diferente para Melody, quien toma una decisión determinante con la espada Ensueño del Tártaro en sus manos.