Los duendes de la camarilla es la tercera novela de la cuarta serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
La novela cuenta la historia de amor entre el capitán Bartolomé "Tolomín" Gracián, militar revolucionario y en rebeldía, condenado a muerte en consejo de guerra y prófugo de la justicia, y la tan bella como pobre Lucila Ansúrez. Sobre la suerte de esta pareja de enamorados actuarán oscuras y misteriosas fuerzas, algunas de las cuales parecen provenir de las propias habitaciones del palacio real. Los llamados duendes de la camarilla no son otros que las monjas, religiosos y cortesanos que rodean con sus esperpénticos manejos la corte de Isabel II (que acaba de tener a su primogénita), tratando de imponer los intereses de una orientación política ultraconservadora.
En esta novela somos testigos de la evolución de Pérez Galdós respecto a la progresiva importancia de las mujeres en sus historias. Aquí, el personaje de Lucila adquiere el rango de protagonista absoluta, sucesora de anteriores heroínas como Inés, Jenara, Demetria o Aura, por citar unas cuantas. Enamorada de una persona que, quizás, no la merece; traicionada por falsas amigas, hará todo lo posible para salvar a su enamorado, saltando sobre todas las convenciones morales de su época y asumiendo el papel de heroína hermosa, valiente y sensible.
Todo esto mientras Narváez, retirado a París, deja el gobierno en manos del todavía más absolutista Juan Bravo Murillo.