Las interfaces nos rodean. Siempre estuvieron ahí. En las máquinas fotográficas y en las teclas y relojes de la lavadora. En la manija de la puerta de casa y en el cockpit de un Jumbo 747. En las páginas de este libro y en las de sus antecesores, los codex medievales. Las interfaces también están en las pantallas interactivas.
En este libro se analizan las interfaces digitales desde un enfoque teórico que combina las ciencias cognitivas con los modelos de la semiótica interpretativa. Si bien las interfaces no son textos, podemos estudiarlas como si lo fueran: si el sentido de los textos no puede ser autonomizado de sus soportes ni de los dispositivos que orientan sus lecturas -no es lo mismo leer "Los Tres Mosqueteros" en un único libro que en entregas semanales en un periódico o en una versión hipertextual-, las interfaces también necesitan de la textualidad (de sus teorías, de sus modelos y reflexiones) para no quedar reducidas a un mero instrumento en las manos del usuario.