Dickens, cuando contaba con tal solo veinticinco años y todavĂa firmaba como Boz, recibiĂł el encargo de escribir las memorias de Joseph Grimaldi, el famoso clown, a partir de la propia autobiografĂa que el payaso habĂa dejado escrita poco antes de morir. Grimaldi fue el payaso britĂĄnico mĂĄs importante del siglo XIX y, por quĂ© no, de todos los tiempos, hasta tal punto que su "nombre de guerra" ( Joey) se usa todavĂa en Inglaterra como sinĂłnimo de clown. En sus casi cincuenta años de carrera, Grimaldi trabajĂł en teatros hoy mĂticos como el Sadler's Wells, el Drury Lane o el Covent Garden, por lo que su biografĂa ofrece tambiĂ©n un panorama del teatro britĂĄnico a comienzos de 1800.
A caballo entre el documento testimonial y la novela, lo que estĂĄ claro es que estas Memorias, traducidas y anotadas por el escritor Eduardo Berti, no son solo un documento excepcional de la Ă©poca, sino que en ellas estĂĄ esa sabia mezcla de humor y de horror y esa tendencia a la exageraciĂłn que han hecho de Dickens uno de los autores mĂĄs admirados de la historia de la literatura.