La mujer contemporánea vive agobiada con cientos de actividades, por lo que muchas veces se le dificulta prestar atención a la voz de Dios. De ahà que muchas damas crean que están solas ante los desafÃos que la vida les depara. Pero es ahà donde hay que darse un tiempo para contemplar cada mañana las expresiones del afecto celestial. A lo largo de este año, vamos a contemplar cada mañana diversas pinceladas del amor divino a través de estas maravillosas lecturas devocionales.