En A 200 años de la Doctrina Monroe se han evidenciado las intervenciones políticas y militares estadounidenses en los asuntos internos de las naciones latinoamericanas, siempre con el presunto objetivo de restablecer el orden y la seguridad al estilo imperial que caracteriza a esa nación desde su propio surgimiento. Desde la Historia y la Política la Doctrina Monroe ha sido un «pretexto» y uno de los grandes pilares que sostienen la política exterior estadounidense. El Maine y las numerosas intervenciones militares en la región latinoamericana, los golpes de estado, y más recientemente la guerra no convencional contra nuestros países, le dan una connotación especial a sus preceptos. Esa doctrina consolidó el mito del poder norteamericano bajo sentimientos de defensa de la Democracia norteamericana.