Los personajes de Atrapa la liebre, parecen seres extraídos de la realidad para ponerlos al servicio de una entretenida historia que pone en escena cotidianidades de la vida empresarial. A lo largo del relato se desencadenan situaciones que son un espejo de factores que conducen a errores y aciertos en lo relacionado con el servicio al cliente.
Adentrarse en esta aparente ficción es muy parecido a estar realizando un trabajo de campo, en donde se aprende del mundo real trascendiendo los procesos convencionales en donde sólo se reciben conceptos y teorías.
Atrapa la liebre brinda la posibilidad de analizar la gestión estratégica del servicio y abre la puerta a la reflexión en torno a aspectos profundos pero que muchas veces pasan desapercibidos y se descuidan al momento de definir procesos o interactuar con los clientes, caben citar entre otros: la actitud, los detalles, la coherencia del servicio, anticiparse a requerimientos, la valoración del tiempo y las frases que se deben evitar.