Tracios, griegos, romanos, bizantinos, turcos otomanos y rusos, entre otros, han escrito la historia del país de la misma manera que la llanura del Danubio, los Balcanes o la costa del mar Negro han forjado su orografía. Sus huellas se pueden seguir en el monasterio de Rila, en las aguas termales de Sandanski (posible cuna de Espartaco, el esclavo tracio rebelde), los acantilados calcáreos de Melnik, o a orillas del Yantra en Veliko Tarnovo.

El colofón es la capital, Sofía, con extensos parques, espléndidas basílicas (Santa Sofía y Alexander Levski), y museos donde se exhiben inestimables colecciones de iconos, y valiosos tesoros greco-tracios y romanos.