En mi mundo, la debilidad no está permitida.
Nada había logrado jamás arañar mi armadura y mi oscuridad, hasta que ella llegó: Tessa Rivera, la hija del enemigo de mi familia.
Se suponía que debía aplastarla y devolverla a su padre. En cambio, terminé enamorándome.
Un amor irracional, intenso y capaz de hacerme olvidar quién era y lo que representaba.
Con su pureza, ella había iluminado mi alma oscura, y yo la había acogido y protegido, hasta el punto de entregarle mi ser completo.
Nunca antes lo había hecho con nadie, pero pensé que ella era diferente y me dejé llevar.
Jamás imaginé que cometería un error imperdonable, y la bala que atravesó mi pecho a centímetros de mi corazón fue la prueba de ello.
Tessa me disparó y luego huyó.
Luché contra la muerte y gané.
Ahora voy a recuperar a mi esposa y le haré pagar el precio por cada engaño y cada minuto que pasó a mi lado.