La excepcional duración en el tiempo, las peculiaridades de su desarrollo y la metamorfosis que ha tenido, tanto en los propios accionares internos como en el contexto internacional, son algunas de las características de la guerra colombiana que la han convertido en un fenómeno de alta complejidad en el que se entrelazan diversos elementos.
Las acciones violentas contra la población civil, las disputas territoriales, los enfrentamientos entre grupos armados y el desplazamiento interno se asumen como los únicos componentes que desempeñan un papel importante en un conflicto. Esto se debe, quizá, a que al ser aspectos cuantificables se puedan representar en forma de estadísticas en los bancos de datos o alimentar las noticias que divulgan diariamente los medios de comunicación. Pero, ¿qué sucede con otros elementos igualmente significativos como son los discursos de los actores del conflicto difundidos en comunicados, declaraciones, entrevistas y cartas que circulan permanentemente? La falta de una respuesta convincente a esta pregunta nos condujo a realizar una investigación que permitiera mostrar la existencia de otra faceta de la guerra que podríamos denominar de orden simbólico (presente en los discursos provenientes de todos los actores en disputa) cuya importancia creemos- ha sido subestimada, a pesar de que permea todas las instancias de la vida nacional.