Es difícil clasificar un texto como El gran Burundún- Burundá ha muerto de Jorge Zalamea, pues se trata de una obra que se resiste a ser encasillada y que cuestiona las fronteras establecidas convencionalmente entre los géneros literarios. El lector que se acerca a esta obra por primera vez podría sorprenderse ante la manera como en ella se mezclan elementos de distintos géneros, así como ante los personajes grotescos que se retratan y el uso del lenguaje que hace el autor. […] Es un texto que continúa siendo de gran interés no solo por la manera en que pone en evidencia las tensiones políticas de una determinada época de la historia colombiana sino por su propuesta estética y lingüística, así como por la reflexión que suscita en el lector sobre el poder del lenguaje.