La antigua Inquisición mandaba a la hoguera a quienes se declararan contra la fe. A la inversa, una nueva inquisición decreta la muerte civil de quienes se manifiesten a favor. No obstante, hay voces que defienden una laicidad no laicista, que admite la libertad de todos y su legítimo lugar en el espacio público.
Presentamos aquí siete estudios de referencia, que clarifican este debate fundamental.