Ella
Justine. Odia la Navidad, ¡pero lo que todavía odia más es la nieve! Así que, cuando su jefe la envía a Megève a reunirse con un acérrimo autóctono que quiere frustrar su proyecto inmobiliario, ella no puede hacer otra cosa que odiar a todos los hombres del mundo.
Él
Adrien. Él también odia la Navidad, pero lo que odia todavía más es que alguien venga a perturbar su soledad. Si solamente esta pequeña parisina no fuera tan guapa...