En agosto de 1854, Frances Calderón de la Barca y su esposo Ángel salieron huyendo de Madrid, cada quien, por su cuenta, con dirección a París, donde se reencontrarían. El motivo: la capital española había sido escenario de un levantamiento popular, que había sido precedido por un vertiginoso movimiento político, pronunciamientos y batallas entre facciones militares que derivaron en el derrocamiento del gobierno del cual Ángel Calderón de la Barca había formado parte como ministro de Estado. Una ciudad cuya población y ritmo de vida se habían transformado en cuestión de días ante los atónitos ojos de Fanny, y ella, por supuesto, no pudo dejar de consignar su visión de los hechos en su diario, que terminaría convirtiéndose en el presente libro.
La gestión de Calderón al frente de un ministerio la había llevado a Madrid, en 1853, por segunda ocasión en su vida. Llegaba como la esposa del ministro de Estado, devota conversa católica, fiel súbdita de la Corona española, y exitosa, aunque ahora cautelosa, autora de un libro de viajes, el clásico La vida en México; circunstancias muy distintas a aquellas en las que escribió sus experiencias en México al lado de su esposo, por entonces en una misión diplomática en nuestro país. En este libro, dedicado al Madrid isabelino, la autora reúne en amena narración una interesante variedad de descripciones y comentarios sobre la política del reinado de Isabel II, las costumbres y maneras españolas (de todas las clases sociales), así como manifestaciones artísticas y religiosas.