Lía se enfrenta a diario a mosquitos caimán o a alguna que otra planta carnívora, pero nada a lo que no pueda sobrevivir. Hasta que una lluvia de meteoritos la separa de su tribu y las cosas se complican un poquillo... La vida de una niña cavernícola no es precisamente lo que suele llamarse un paseíto por la prehistoria.