Dos textos del autor sobre la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II. Uno centra la atención en la liturgia papal, mientras que el otro nos sitúa frente a los planteamientos y reacciones pastorales desde el inicio del movimiento litúrgico hasta nuestros días, con una particular acentuación de la problemática del uso de la lengua vernácula en la liturgia y en los problemas que comportaba la traducción del latín a dichas lenguas de los textos litúrgicos.
La unidad que permite unir ambos textos es la motivación de la reforma litúrgica que quiso realizar el Concilio Vaticano II. El hecho de explicar cómo ser fieles a esta reforma prestando atención a la riqueza de su tradición y al mismo tiempo no descuidar el progreso que debe buscarse en el campo de la liturgia en la actualidad. Estas características básicas de la reforma litúrgica es lo que Mons.
Piero Marini va poniendo de relieve en cada caso, a la vez que expone cómo y cuándo se han dado los pasos para que la reforma litúrgica no sea solo unos libros, unos rituales nuevos, sino la fidelidad al espíritu conciliar, al espíritu que nos hace penetrar en la liturgia con toda la profundidad espiritual y eclesial que ella nos ofrece.