Jake es el mejor representante de Nueva York. Es frío, despiadado y jamás se deja dominar por ningún sentimiento. Por algo lo llaman el Depredador.
Sin embargo, es feliz con todo lo que ha conseguido. Le ha costado mucho, y más teniendo en cuenta sus orígenes.
Liz es una periodista ingenua y dulce que se mudó de un pequeño pueblo de Wisconsin a la Gran Manzana, haciendo realidad su sueño.
Por eso no puede consentir que Jake lo haga todo pedazos. Pero poco a poco se dará cuenta de que él tiene mucho más poder en esa ciudad de lo que ella creía.
¿Qué puede unir a dos personas tan diferentes?
Si crees que esta es la típica novela en la que el tipo duro salva a la inocente chica, es que no me conoces.