«Yo era la desesperaciĂłn de nuestra madre. Pero cuando papĂĄ me dio las llaves de su biblioteca, mi corazĂłn se llenĂł de alegrĂa. ÂĄEn medio de todos esos libros! ÂĄNo podĂa esperar a leerlos todos! »
A sus 42 años, y en un momento cercano a su muerte, la gran escritora inglesa Jane Austen rememora su juventud en una larga carta dirigida a su hermana Cassandra. Recuerda su infancia como una niña criada entre libros, poco inclinada a los modales propios de las damas de la Ă©poca, pero increĂblemente talentosa como narradora. La escritura y los libros son toda su vida, quizĂĄs solo equiparables a su amor por el joven Tom Lefroy.