La explicaciĂłn Ășltima del curso de la historia de la humanidad es que, al fin y al cabo, no es mĂĄs que el escenario donde tiene lugar un intenso conflicto entre Dios y las fuerzas del cielo, por una parte, y el diablo y las fuerzas del mal y del infierno por otra. La iglesia y los cristianos tienen que ser conscientes en todo momento de que "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6.12).
El autor nos recuerda que el diablo actĂșa no sĂłlo sobre los individuos, sino tambiĂ©n sobre las naciones, y le atribuye a la obra destructiva de SatanĂĄs la confusiĂłn y el caos de la sociedad en que vivimos. TambiĂ©n afirma que en una Ă©poca en que vuelve a surgir la fascinaciĂłn por la astrologĂa, lo oculto, el espiritismo y las 'doctrinas de demonios', la ignorancia de estas cosas nos llevarĂĄ irremediablemente a ser derrotados por ellas. Al mismo tiempo, nos recuerda que Dios tiene la victoria final puesto que ha fijado un dĂa en que el diablo y sus fuerzas serĂĄn aplastados y el Señor Jesucristo, el Rey de justicia, reinarĂĄ sobre todo.
"Este influyente volumen, No contra sangre y carne, es un excelente ejemplo del poder y de la duradera relevancia del ministerio del doctor. Es firmemente bĂblico, exhaustivamente ortodoxo, espiritualmente urgente y teolĂłgicamente sĂłlido. Aparte de estas cualidades, el libro destaca por su valiente y oportuno tratamiento de la guerra espiritual, uno de los temas de mayor actualidad del cristianismo hoy en dĂa."
R. Albert Mohler Jr.
Presidente, The Southern Baptist Theological Seminary, Louisville, Kentucky