Entre enero y marzo de 2020 el mundo tuvo que afrontar un hecho nuevo, inesperado y de consecuencias imprevisibles. El COVID-19 se convirtió en el eje desde el que hubo que pensar la organización económica, las estructuras sociales y las prioridades del año que recién comenzaba. La pandemia implicó un viraje brusco y radical en la vida de las personas y las sociedades, enfrentadas a sus límites y también a sus potencialidades.
¿Qué tipo de sociedades se encontraron con el virus y cuáles fueron las respuestas que pudieron implementar? ¿Qué pesadillas, sueños y posibilidades despertó esta crisis? ¿De qué modo quedaron en evidencia las particularidades del margen latinoamericano en este escenario? ¿Cuáles fueron las respuestas del Estado y la sociedad argentinos en esta situación de crisis, muy diferente pero articulable con las numerosas atravesadas en el país en el último medio siglo? ¿Cómo construir un balance de todo lo vivido que sea capaz de incidir en un proyecto de comunidad?
Daniel Feierstein brinda respuestas a estos interrogantes a partir de un análisis de las disputas por las representaciones de la realidad que emergieron durante la pandemia. Analiza los mecanismos de defensa que se desplegaron y, muy especialmente, el papel de procesos como la negación y la proyección, el rol de la vergüenza y la culpa y su relación con la posibilidad del desarrollo de formas de responsabilidad.
Lejos de la futurología y cualquier tipo de pronósticos, este libro es un aporte para un balance social y político del primer año de la pandemia y también una herramienta para incidir en las disputas por el tipo de sociedad que propone: "una comunidad capaz de redistribuir los bienes que produce buscando el cuidado y el bienestar de la mayoría de sus habitantes".