Michael Schneider, en línea con la tradición de la Iglesia, sostiene que "la vida de los santos constituye un lugar teológico". Desde esta perspectiva, el libro propone una reflexión pneumatológica a partir de la biografía de San Luis Orione, quien comprendió a la perfección la importancia de la caridad como valor fundamental de la fe. Por esta razón, Benedicto XVI lo propuso junto a otros santos como "modelos insignes de caridad social para todos los hombres de buena voluntad" (Deus Caritas Est, 40). A lo largo de sus páginas, el libro trabaja a partir de la pregunta sobre cómo la impronta carismática de San Luis Orione respondió a los desafíos de su tiempo. Busca conocer si se trata de una genuina expresión del Espíritu y si Orione tenía autoconciencia de ser un hombre guiado por el Espíritu Santo. La premisa fundamental es que "el Espíritu Santo es enviado al mundo para hacer presente el reinado de Dios, a través de su acción en la vida del creyente". Con el testimonio vital de San Luis Orione como ejemplo de un hombre transformado por la presencia y acción del Espíritu Santo, se ofrece aquí una propuesta válida para una pneumatología experiencial.