La relación entre el amor y el conocimiento ha sido estudiada a lo largo de la historia de la Filosofía desde distintos matices y definiciones. Sin embargo, pocos lo han hecho bajo el enfoque del amor interpersonal y del conocimiento en su objetividad.
El presente abordaje sigue un itinerario iniciado por Karol Wojtyla en sus obras filosóficas, sobre el amor interpersonal: apertura y mutua donación de personas, culmen de las relaciones tanto interpersonales como sociales y a su vez, norma ética fundante. Finalmente, el amor es el acto crucial de una verdadera "participación en la humanidad" de la otra persona e instaura, por la reciprocidad, la communio personarum, realidad tercera que posibilita un mayor acceso a la objetividad del conocimiento.
Llevando las categorías wojtylianas hasta perspectivas intersubjetivas y cognitivas que el autor no explicitó, se señalan las bases para una visión de la relación amor-conocimiento todavía no explorada suficientemente.