Su reputación le precedía donde quiera que fuera. Era lord Pecado, el libertino más famoso de la alta sociedad londinense. Ninguna mujer había logrado jamás resistirse a sus encantos. Olvidaban sus votos matrimoniales, a sus esposos y todo decoro cuando caían en sus brazos. Nada podía detener las conquistas de lord Pecado, ni siquiera la esposa con la que le casaron cuando todavía eran unos niños para preservar la paz entre los clanes escoceses e Inglaterra, y a la que no había vuelto a ver. Tenía el mundo a sus pies… hasta que conoció a una belleza de cabello canela, ligero acento escocés y una inocencia que contradecía su supuesto matrimonio con un hombre mayor.
Pero lady Christy no tenía ningún marido… que no fuera el propio lord Pecado. Habían transcurrido quince años desde que lo vio por primera vez, pero sabía que St. John Thornton —Sinjun para sus amigos y sus amantes—, era fiel a su reputación. Christy tenía claro que no le costaría mucho trabajo conseguir que la sedujera y consumara su matrimonio sin saberlo, rescatándola así de un destino todavía peor junto a un hosco jefe escocés. Pero lo que nunca imaginó fue que le resultaría tan difícil separarse después de él…