Por instrucciones de la Madre Priora del convento Carmelita de Lisieux, Santa Teresita del Niño Jesús (también conocida como Santa Teresa de Lisieux), escribió el libro “Historia de un Alma”, una deliciosa autobiografía en la que nos va revelando bellamente su “caminito” de la infancia espiritual, un camino de confianza y entrega absoluta a Dios.Teresita se contaba a sí misma entre las almas pequeñas. Decía “Yo soy un alma minúscula, que sólo puede ofrecer pequeñeces a nuestro Señor” y “Te ruego que poses tus divinos ojos sobre un gran número de almas pequeñas”. Santa Teresita nos anima a hacer por amor a Dios nuestras labores cotidianas con humildad y entrega, por simples que sean.“Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra”, expresa con ternura. Nos enseña a servir a los demás con amor y perfección viendo en ellos a Jesús. Manifestar el amor y ser mejores cada día con los demás en los detalles de todos los días. Santa Teresita nos enseña a tener paciencia ante las dificultades de la vida. Sólo estando cerca de Dios el sufrimiento se hace dulce.Para esto, el secreto es reconocer nuestra pequeñez ante Dios, y reconocerlo como Padre nuestro y de nuestros hermanos. Tener una actitud de niño al amar a Dios, es decir, amarlo con simplicidad, con confianza absoluta, con humildad sirviendo a los demás...